Un día una confitería de mi ciudad, la mejor diría yo, dejo de hacer las cosas bien, sus pastas de té eran las mas ricas del mundo, siempre que podía las compraba y eran ideales para un café a media tarde, pero tuve que dejar de comprarlas allí. De esta manera me surgió la necesidad de encontrar una receta con la que pudiese hacer algo parecido. Y busque y probé, y al final me quedo con estas, son tiradas de hacer, parecen más difíciles de lo que realmente son, sólo hace falta una manga pastelera. La primera vez saldrán peor de forma, pero las segundas ya saldrán perfectas, eso seguro. A mi familia le chiflan y siempre son un éxito..........Pruébalas ya veras.
